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TENTACIONES DE MUJER…, Sólo para ellas

Quizá uno de los más grandes mitos que rodean el concepto que tenemos los varones acerca de las mujeres es que ellas son más espirituales que nosotros, y que por tanto, son más santas, casi inmaculadas. ¿Será tanto así?

Una cosa es cierta, las féminas son tan humanos como los hombres y por tanto con pasiones muy similares a las del sexo opuesto. Pasiones que pueden convertirse en tentaciones, pecados ocultos que ellas saben guardar con maestría a diferencia de nosotros. Sí señores, las mujeres también tienen tentaciones y deben luchar con ellas si quieren salir victoriosas, de no hacerlo caerán a las profundidades del abismo tal como su madre Eva quien no supo decir “no” a la tentación allá en el Edén, acarreando con ello muerte a la humanidad entera. Pero seamos justos, la matriarca Eva no pecó sola, también lo hizo su marido quien aceptó gustoso la sugerencia de su amada. Reconozcámoslo, ¡ellas tienen un poder de influencia muy poderoso sobre nosotros! Y en muchos casos nos gusta, nos seduce, nos encanta este poder ejercido. Atención mujeres, su influencia puede ser para bien o para mal, ¿lo sabías?

¿Qué es una Tentación?

Vamos mar adentro, ¿qué es una tentación? Según el Diccionario Básico de la Lengua Española: “Impulso o estímulo que induce a hacer algo que no se debería hacer.”

Nótese la frase, “algo que no se debería hacer”. Y por alguna razón que desconozco ––pues no soy mujer––, a ellas les encanta lo prohibido. ¿Será por su naturaleza curiosa? Es lo más probable. Sin embargo, hay misterios que convienen no saber, cosas que es mejor no tocar y situaciones en las que es prudente no inmiscuirse, así de simple. Pero, ¿porqué les cuesta tanto amigas mujeres? Mejor preguntemos a ellas. Por cierto, una fiel lectora me dijo: “a las mujeres nos encanta saber más de la cuenta, los detalles, los pormenores y a veces esto nos hace meter en problemas”. Que interesante.

En fin… Tentaciones de Mujer, aquí van algunos ejemplos*

1. La tentación de “No Sentirse Amada”
“¡Oh, amada mía, eres hermosa! ¡Eres realmente muy hermosa!” (Cantares 1:15)
Cuando la mujer piensa que no vale lo suficiente para ser amada, respetada o tomada en cuenta, entonces tiende a llenar ese vacío con otras cosas o bien adoptará estereotipos con tal de llenar la necesidad de aprobación. Lo explico de esta manera, y desde mi óptica como varón: Es como aquella mujer bella e inteligente enamorada de un imbécil que no la quiere, no la valora, no la dignifica. ¿Saben qué me produce esto? Una mezcla de sentimientos, por una parte dolor, por otra coraje con ese tipo de mujeres. Pero no estoy aquí como juez, no podría, Dios me ha bendecido con tres mujeres maravillosas, mi esposa y dos hijas. No quisiera que ninguna de ellas experimentara la tentación de sentirse no amada. ¡Oh Dios ayúdame a amarlas y que ellas sientan mi amor! Amigas, ámense, dignifíquense, siéntanse amadas por Dios, y si su hombre no las ama, bueno, eso es otro tema que no entra en este artículo, pero, ¿no estarías mejor sin él?

2. La Tentación de “Fijarse en Modelos Falsos… ¡estereotipos tipo Hollywood!”
“La gracia y la belleza son engañosas, pero la mujer que respeta al Señor es digna de alabanza” (Proverbios 31:30)
Es tan común que mis amigas mujeres caigan en esta tentación que de seguro las que por misericordia me están leyendo asentirán con su cabeza: La sociedad de la moda, la prensa rosa y los programas de farándula han vendido una imagen de mujer por debajo de lo que realmente es una mujer de verdad. Ya saben, se nos ha hecho creer que la mujer debe tener ciertas medidas, algunas lindas curvas o con una imagen tal que al verla los hombres caeremos deslumbrados… ¡pamplinas! Las mujeres reales son aquellas que se ven reales, la belleza verdadera no se mide por el aspecto físico -el cual no es menos importante, pero no lo es todo-. Algunas mujeres se dejan arrastrar por la tentación de parecerse a tal o cual “estrella”, aquel pobre esteoreotipo de mujer hollywoodense. Al carajo esos modelos falsos, acéptate tal y como eres y da gracias a Dios. Puedes mejorar tu cuerpo si quieres, pero no te obsesiones.

3. La Tentación de “Concentrarse en la Comida” 
“Mirad también por vosotros mismos, que vuestros corazones no se carguen de glotonería…” (Lucas 21:34)
Este punto lo obtuve de una sicóloga y me pareció genial: “Ésta es otra tentación en la que caemos para llenar vacíos. Como nos hace falta algo pero no sabemos qué es, entonces probamos con salir a compartir una vida social y comer fuera, a veces gastando más de lo que nuestro presupuesto permite. ¡Pero sentimos que necesitamos comer esos deliciosos chocolates, golosinas, helados, pasteles y pan! Lo peor de todo esto no es comer sino el sentimiento que nos genera, porque después de haber comido nos empezamos a lastimar, diciéndonos cosas como: “¡Qué gorda!” o “¡Me siento culpable de haber comido tanto!”. La culpa se convierte en un látigo que nos hace sufrir y nos hace vernos como no dignas de ser amadas y, por lo tanto, menos deseables. Si éste es tu caso recuerda que lo que haces diariamente determina en lo que te conviertes” (Claudia Cuyún).

4. La Tentación de “Creer en el cuento del Príncipe Azul” 
“Esposas, respeten a sus maridos como conviene en el Señor” (Colosenses 3:18).
Según el escritor y profesor de literatura Severino Calleja, el personaje nace con este nombre en «una leyenda rumana del siglo XIX llamada El Príncipe Azul de la lágrima». El príncipe azul es un personaje tipo que se originó en varios cuentos de hadas. Es un príncipe que va al rescate de la dama en apuros, y típicamente debe emprender una búsqueda para liberarla de un malvado hechizo. Se ha llamado así a los héroes de varias historias del folclore tradicional, entre ellas Blancanieves, La bella durmiente y Cenicienta.

Pero chicas, esto es un cuento, no existe en realidad. Seguramente sus maridos o novios tendrán algunas características de este personaje, pero uno exactamente igual al Príncipe Azul no hay. Sin embargo, algunas mujeres me han confesado que siguen esperando que sus parejas se comporten como este hidalgo caballero. ¿Saben qué produce una expectativa como esta? Frustración.

5. La Tentación de “Dar oído a Palabras dulces de otros Hombres” decir-al-oido
“Así que voy a seducirla, la llevaré al desierto y allí le hablaré a su corazón” (Oseas 2:14).
Una estimada me dijo: “Si a los hombres se los tienta por la vista a nosotras por el oído”. ¿A qué te refieres? -le pregunté-. Me dijo que las palabras dulces pueden ser muy tentadoras cuando no acostumbramos escucharlas de nuestros maridos. ¡Guau! pensé yo, que importante es que nosotros los maridos piropeemos más a nuestras esposas porque “siempre habrá alguien dispuesto a hacerlo por nosotros”. No obstante, las mujeres deben luchar contra esta tentación, la tentación de dejarse seducir por el compañero de oficina, el vecino del barrio e incluso por el hermanito de la iglesia que no le quita los ojos de encima. Es posible amiga que tengas que fortalecer tu relación matrimonial pues si estás escuchando los piropos de otros es porque tu relación se está enfriando, ¿capiche?

Lo que Ellas Necesitan.

Quisiera terminar esta rústica reflexión con algo que he aprendido con los 18 años que he estado viviendo al lado de una mujer, con la cual me acuesto todos los días y con quien despierto día a día, mi esposa. Ella me ha dado 2 bellas hijas de las cuales también he aprendido. Estas son las 6 necesidades básicas de una mujer:

– Cariño: Las mujeres responden al estímulo, al afecto, a eso que se llama “cariño”. Las caricias, los mimos, los abrazos, los detalles, los besos y los detallitos son cruciales en las vidas de las féminas. ¿No me crees? Deberías ver la cara de mi mujer cuando me pongo agrio y no me acuerdo de ser más cariñoso. Y si no es ella quien me lo recuerda es mi hija de 17 años quien me dice: “Papá, que aburrido eres, debes ser más cariñoso con mamá”. Oh Dios mío, ¿por qué me has bendecido con tantas mujeres? Y Dios me responde, “deberías ver a mi hijo Verlo, a Él sí que lo bendije” (con cariño para vos “verlito”).

72– Conversación fluida: Cuando un hombre llega a casa después de un día de trabajo su mujer le pregunta, “¿cómo te fue?”. La respuesta inmediata y muy nuestra es, “bien”. Y para nosotros eso es todo, pero no para las mujeres; repito, NO PARA LAS MUJERES. Ese “bien”, las mata. Ellas quieren saber todos los detalles de tu día. ¿Saben qué? ¡los detalles me matan! Pero bueno, debo ser más comprensible, a ellas les gusta conversar más. Sin embargo mujeres, ¿saben ustedes lo que ellos quieren cuando llegan a casa? Sólo tres cosas: Comida, ver televisión y sexo. Cuando una mujer en una conferencia para matrimonios me preguntó, “¿en qué orden pastor?”, los varones allí reunidos nos pusimos a reír.

– Honestidad y transparencia: No hay cosa que detesten más las mujeres que un hombre poco honesto. Por lo demás que ellas saben descubrir muy bien cuando uno está mintiendo. Muchas veces se hacen las locas, pero créanme, ellas saben cuando has mentido. Ser honestos y transparentes es lo mejor. Así lo pide Dios, así les gusta a ellas.

– Sostén económico: Aunque hoy muchas mujeres son independientes financieramente hablando, siempre agradecen cuando el hombre asume un rol de proveedor en el hogar, y mucho más cuando no presume que ellos son los que mantienen el hogar, económicamente hablando.

consejos-para-salir-con-un-hombre-con-hijos-1– Un esposo que las ame, pase tiempo con ella y los hijos: Muchas me han dicho que pueden tolerar casi cualquier defecto de sus maridos si éstos demuestran genuino amor por ellas, y si pasan tiempo de calidad con los niños. Y es que las mujeres han sido diseñadas para preservar nuestra especie, de ahí que “siempre elegirán machos que cuiden a la descendencia”. ¡Guau! Que interesante son las mujeres.

– Liderazgo: En una relación perdurable debe existir liderazgo. Las mujeres gustan de un hombre que asume como Líder Alfa, como aquel que “sabe para donde va”. Mi bella mujer me dijo una vez: “Te seguiré a donde vayas, con tal de que sepas a dónde ir”. Tal pensamiento no es exclusivo de mi esposa, son muchas las que agradecen, siguen y necesitan un liderazgo marcado en sus compañeros varones; aunque claro, ellas también pueden liderar.

Conclusión.

Mujeres, este artículo no lo hice solo. Pregunté a muchas de ustedes “cuáles eran las principales tentaciones de una mujer”, ¿recuerdan? (unas 150 damas de diferentes países de América Latina fueron consultadas). Este es el resultado de vuestras gentiles respuestas. Espero no haberlas decepcionado. Y si esta nota les sirvió para mejorar sus vidas, les ruego la compartan con más mujeres, pero también con sus esposos, enamorados, novios, hijos, amigos o compañeros.

NOTA: Por cierto, ¿alguna otra tentación que nosotros los “ingenuos” hombres no sepamos de ustedes? Porque obviamente las 5 tentaciones presentadas arriba son pocas para todas las demás que no quisieron comentarme. Dejen sus comentarios abajo. Gracias por leerme.


la foto (1) copia 2by Gabriel Gil. Gabriel es Pastor, Teólogo, Coach-mentor y Escritor. Su propósito en la vida es “guiar a las personas hacia Dios ayudándolas a mejorar sus vidas”. Es fundador de ministerios “Gabriel Gil, Coaching y Mentoring” a través del cual ha ayudado a muchas personas y Organizaciones en el Continente. Para saber más de él vaya a este enlace:https://gabrielgila.wordpress.com/acerca-de/

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