Cuando nadie cree en ti, ni siquiera tú misma, piensas en tus limitaciones, deficiencias y carencias. Piensas que ya nada vas a lograr, que lo que tienes y eres, es todo lo que hay para ti, tu pasado te condiciona, no ves opciones, no ves futuro, no te atreves a soñar, tienes que saber que Dios todavía cree en ti y hay mucho más por venir, si no, mira la vida de Rahab.

¿Has escuchado de Rahab?  Es una mujer cuya historia está entre líneas contada en la Biblia. A decir verdad, varios versículos en el antiguo y nuevo testamento la mencionan, es más, es parte de la genealogía de Jesús, el Rey de reyes, abuela del rey David. Cuando pienso quién era esta mujer y cómo calzó en los planes de Dios para su pueblo, me impresiono por el carácter de Dios.

Rahab, como lo describe en el texto de Josué 2, era la meretriz del pueblo. ¿Qué significaba y significa hoy en día ser prostituta? ¿Lo has pensado? ¿Cómo se sentiría ella? ¿Estaría realizada y satisfecha con su vida? ¿Cómo estaría su autoestima? ¿Cómo serían sus relaciones familiares y sociales? ¿Qué pensarían sus padres y hermanos de ella? ¿Cuál era el trato que ella recibía de la sociedad de aquel entonces? ¿Qué esperaba de su futuro? ¿Qué tan alto soñaba?

Ella ayudó a los espías que Josué envió a Jericó para reconocer la tierra previa la conquista. Fue sorprendente cuánto ella sabía del Dios de Israel; había escuchado tanto de Él que su fe fue despertada. Ella estaba segura que su nación sería sometida por ese gran Dios y por su pueblo del que tanto había escuchado, por lo cual pidió a los espías que cuando regresen a la conquista sea preservada su vida y la de su familia; los espías se comprometieron con la condición de que ponga un listón en la puerta de manera que nadie tocase esa casa.  Solo me imagino a todos sus familiares, hermanos, padres, etc. sentirse ahora muy afortunados de ser familia de Rahab, cosa que muy seguramente, no sucedía antes.

De acuerdo a la tradición, Rahab se convirtió al Judaísmo y se casó con un judío; sus famosos descendientes fueron Jeremías y Ezequiel. Fue madre de Booz, de quién la biblia menciona como el hombre más honorable de sus tiempos.  ¡Qué fe! ¡Qué misericordia! Cuánto amor heredó Booz de su madre, para que desposara a Rut, una moabita viuda y pobre; haciendo de su historia, una de las historias de amor más hermosas que relata la biblia. Hebreos 11:31 menciona a Rahab como un ejemplo de fe.

Cuando pienses que no eres digna de soñar en grande por tu pasado, por los errores cometidos, por tus malas decisiones, por cualquier aspecto de tu vida, piensa en este gran ejemplo de la historia bíblica. Dios no mira, no actúa, no habla, no entiende, no juzga como nosotros lo hacemos. Definitivamente Él está a otro nivel, donde su amor transformador puede cambiar nuestra historia de un día a otro, dar un vuelco de 180 grados, hacernos las mujeres que El planeó que fuésemos y colocarnos al nivel de su propio hijo Jesucristo, todo solo por un pequeño o gran paso de fe.. Tenemos un Dios que rompe todos los esquemas, tenemos un Dios de nuevas oportunidades, El sí cree en nosotras. Por lo tanto, atrévete a soñar, atrévete a creer, atrévete a actuar, atrévete a ser!

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Artículo por Lilian Regalado, Life Coach